Las tradiciones del hombre del campo de la costa ecuatoriana se mantienen vigentes, pese al paso del tiempo, en el campo la vida aun es más fácil, en relación a la vida de la gente que vive en la ciudad.
En el campo se siembra ya sea una tarea de arroz, una matita
de choclo, de yuca, y con eso ya tiene como para parar la olla.
En el pueblo tiene que tener la plata para comprar todo eso,
todo.
Antes de la reforma agraria no había muchos cultivos como
ahora, antes era la ganadería, y sus derivados; árboles frutales, antes no se
sembraba arroz mas que una sola vez, hoy hasta dos veces.
Cuando el montubia iba a Guayaquil, le daba vergüenza ponerse
su propia vestimenta, en lugar de ponerse sombrero se ponía una gorrita para
que no lo discriminen.
Su aporte ha sido importante para vida del hombre de la
ciudad, llevando los productos, los alimentos por las vías fluviales en las
embarcaciones de la época.
Los montubios lucharon con Eloy Alfaro, por la revolución liberal.
La vida rustica del hombre del campo lo hace diferente a los demás,
lo forma, lo forja, lo hace un hombre disciplinado, trabajador, humilde, culto.
En el campo, el hombre con su trabajo desarrolla su
personalidad, lo hace trabajador, responsable de sus tareas. Cumplidor de sus
obligaciones, honrado y honesto. El montubio
es un hombre ejemplar.
El pueblo montubio ha sido olvidado por los gobiernos.
EL MONTUBIO HA SIDO EXCLUIDO SIEMPRE POR LO PODERES PUBLICOS.
